Un lugar para perderse

Un lugar para perderse

sábado, 16 de enero de 2016

6.- A mi segundo hogar

Suerte es poder contar con un lugar al que puedas llamar hogar, y ya si tienes dos puedes darte con un canto en los dientes.
Al primero es fácil llamarlo así, seguramente tengas a quien más quieras en el mundo allí y hayas encontrado un lugar a donde ir cuando estás alegre, triste o enfadado con el mundo. Un lugar a donde ir cuando te rompen el corazón o cuando te destrozan el alma.
El segundo hogar es el más difícil de encontrar, y probablemente nunca sea hogar del todo, siempre buscarás ese sitio especial,  y echarás mucho de menos al primero.
Pero una vez que no lloras cada instante por volver, cuando dejas de preocuparte por el tiempo que pases allí, ya podrás empezarlo a llamar tu segundo hogar.

"Dicen que moruna Córdoba,
dicen que Córdoba mora.
Dicen que a quien la conoce
para siempre le enamora,
que para siempre su alma
se queda presa en su aurora.

Que el silencio de una noche
en cualquier rincón callado
grita tan fuerte en la mente
que el corazón para siempre 
queda del rincón colgado.

Que quien a Córdoba lleve 
en su corazón amante
por lejos que de ella quede
no la olvidará un instante.

Dicen que moruna Córdoba, 
dicen que Córdoba mora...
dicen que el Guadalquivir 
a sus balcones se asoma.

Dicen que moruna Córdoba
dicen que Córdoba mora..."

de

Gertrudis Ledesma

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